Los caracoles son considerados uno de los primeros tipos de animales que, de acuerdo a estudios, habitan en el planeta Tierra, con pruebas de que evolucionaron hace más de 600 millones de años. Tienen la capacidad de adaptarse a muchas condiciones de vida, y no necesitan grandes cantidades de comida para sobrevivir.
Han evolucionado prolongadamente para sobrevivir a las condiciones que les rodean, y muchos hombres de ciencia ven a esta especie como un ser fascinante para estudiar.
Los caracoles son considerados como moluscos, por su caparazón que resguarda sus cuerpos. Muchos confunden a estos animales con las babosas, pero no son de la misma especie, debido al hecho de que no poseen conchas.
De acuerdo a los expertos, no hay escasez de caracoles en el planeta, incluso, están detrás de los insectos cuando se habla de números, como consecuencia hay diferentes clases de hábitat donde pueden ser localizados. Los caracoles son animales diminutos, de sólo unas pocas pulgadas de largo y su peso es igual de pequeño.
Un error habitual es, sin embargo, creer que la palabra caracol se emplea para definir al total de las especies. Cuando se inicia el estudio, los expertos se dan cuenta de que hay muchas diferencias, inclusive el lugar donde habitan, lo que consumen, sus conductas, el diseño de sus cuerpos y anatomía.
¿CUALES SON SUS PARTES?
Partes del caracol
Concha
La concha tiene tamaños y formas diferentes, dependiendo de la clase de caracol, algunas son planas y otras redondas.
Muchas conchas poseen un diseño en espiral, estos depósitos le sirven al caracol para resguardarse del medio ambiente e inclusive de depredadores en algunos casos.
Pero, muchos depredadores tienen la capacidad de picar a través de las conchas duras con sus dientes y mandíbulas.
La concha de un caracol tiene dentro de sus componentes el carbonato de calcio, con el cual se vuelve fuerte y se conserva de esa manera siempre y cuando el caracol consuma una dieta alta en calcio, sin esto, la cáscara empezará a resquebrajarse.
Las demás partes del cuerpo son viscosas y suaves, lo que da una justificación al duro caparazón, a fin de sobrevivir a los elementos del ambiente.
Músculos
Los caracoles tienen un músculo que facilita el movimiento hacia delante, expandiéndose y contrayéndose. La mucosidad en la que se deslizan se genera en una glándula localizada en el músculo. Sin este limo, el medio ambiente sería muy duro para que sus frágiles cuerpos puedan moverse sin ser lesionados.
Alrededor de dicho músculo existe una capa de protección que se conoce como manto, y está alrededor de una estructura para otorgarles más resguardo. Si se mira a un caracol mientras se mueve se podrán observar espasmos que se mueven de forma continua a través de ellos, estos son músculos de locomoción. Aunque esto haga que se muevan de forma lenta, poseen un ritmo que sigue reiteradas veces.
Tentáculos
Los caracoles poseen una o dos series de tentáculos, localizados en la zona superior de la cabeza.
La cantidad de pares dependerá de la especie y en la mayoría de las ocasiones los ojos serán parte de dichos tentáculos. No siempre es posible ver los tentáculos, puesto que todos los caracoles de tierra poseen la capacidad de retractarse.
Boca
La boca está en la zona inferior de su cabeza, en las cercanías de los tentáculos. Los caracoles no poseen pulmones, pero sí requieren aire para respirar, lo consiguen mediante una cavidad conocida como visceral que tiene muchos vasos sanguíneos y hace la misma función que los pulmones de las personas.
Cerebro
El caracol posee un cerebro relativamente pequeño, con cuatro secciones diferentes, los investigadores han determinado que tienen pensamiento asociativo, fundamentado en las experiencias y el condicionamiento.
