Una llama consiste en un fenómeno luminoso que se genera por la incandescencia de los gases durante la combustión. Para que la llama inicie y se mantenga estable, se debe regularizar el frente de llama. Para esto, se tiene que coordinar la velocidad de escape de gases y de difusión de la llama con la entrada de combustible y comburente (aire).
El frente de llama señala la separación entre el gas quemada y el gas sin quemar. Aquí es donde tienen lugar las reacciones de oxidación principales. El espesor del frente de llama puede ir desde menos de 1 mm hasta ocupar de forma total la cámara de combustión.
En tanto que el mechero o quemador de Bunsen es una herramienta empleada en los laboratorios científicos para calentar, esterilizar o iniciar la combustión de reactivos químicos o muestras.
Este fue inventado en el 1857 por el químico alemán Robert Bunsen y otorga una transmisión muy rápida de calor intenso en el laboratorio. Consiste en un quemador de gas natural o gases licuados que proceden del petróleo (usualmente butano, propano o una mezcla entre los dos), siendo la llama el producto de la combustión de una mezcla regulable de aire con uno de dichos gases.
¿CUALES SON SUS PARTES?
Partes de la flama del mechero
Llama oxidante superior
Una llama es lo que se genera a partir de la combustión que se produce entre un elemento inflamable y el ambiente que lo rodea.
La llama no es más que fuego, pero puede cambiar su tono, intensidad o inclusive su forma, según cada caso (siendo por ejemplo la llama de la vela estable y la de un fogón no).
La llama oxidante consiste en la punta de la zona no luminosa de la llama, actúa más eficientemente cuando los orificios de entrada de aire están abiertos y se emplea para pruebas de oxidación, para desprender productos volátiles y para los procedimientos oxidantes que no necesitan temperaturas muy elevadas.
Cono interior de la llama
No existe combustión, al poseer una temperatura muy baja; tiene gas sin arder, con el 62% del aire.
Base de la llama
La temperatura es baja, al hacer contacto con corrientes de aire exteriores. Se emplea para investigar la presencia de sustancias volátiles que puedan colorear la llama, para detectar en esta zona las que se volatilizan con bajas temperaturas.
Zona exterior
Consiste en la sección más externa de la llama y envuelve a las dos anteriores; por la demasía de oxígeno existe combustión total y la temperatura es más elevada. El punto más caliente de la llama se localiza dentro de esta zona.
Llama reductora superior
Es descrita como la punta luminosa del cono interior de la llama, y se genera reduciendo de forma gradual el acceso de aire. No tiene oxígeno libre, siendo abundante el carbono libre incandescente, lo que facilita usar esta zona para disminuir óxidos como incrustaciones.
Zona intermedia o de reducción
Consiste en una mezcla intermedia en la cual la combustión es incompleta y en la que se disminuyen los óxidos metálicos. La zona de disminución está generalmente limitada a una envoltura del cono interior.
Zona de fusión
Es descrita como la sección de mayor temperatura, y está localizada a poco más de un tercio de la altura de la llama y en el centro del manguito (que es la zona II). Funciona para análisis sustancias respecto a su volatilidad y fusibilidad.
Zona reductora inferior
Localizada en el límite exterior de la zona II; tiene un poder reductor moderado, siendo empleado para disminuciones sobre carbón vegetal o flujo vítreo.
Punta luminosa
Se presenta cuando los agujeros de aire están cerrados de forma parcial.
Zona interna
Es parte de los gases que no entran en combustión por lo que presenta una baja temperatura.
