El freno de tambor está conformado por un elemento fijo, llamado plato y una parte móvil, lo cual se nombra como tambor.
El plato es el que lleva instalado los mecanismos de accionamientos y los forros para permitir que las zapatas de desplacen; mientras que el tambor se muestra montado encima del buje de la rueda a través de tuercas y espárragos.
¿CUALES SON SUS PARTES?
Partes del freno de tambor
Muelle
Parte que une al plato de freno con las zapatas, el cual hace posible que estas últimas se mueven en dirección al tambor, manteniéndose bien fijas en el transcurso de su desplazamiento. Gracias a este muelle las zapatas pueden adquirir su estado original.
Plato de freno
Este en combinación con el tambor completa en su totalidad el conjunto de freno de tambor.
Está conformado por un plato portafrenos, zapatas de freno y por ciertos elementos de regulación y fijación de las zapatas.
Ajustador de frenos
Esta parte se encarga de ajustar las zapatas de freno para así obtener un mayor rendimiento.
Portafrenos
Forma parte del plato de freno, en este es que se monta el bombín de accionamiento hidráulico.
Cilindro de rueda
También se le conoce como cilindro auxiliar. Se encarga de expandir la zapata para que así entre en contacto directo con el tambor. Posee un doble pistón que hace posible esta función, ya que este pistón en lo que recibe la presión hidráulica, los mismos vuelven a tomar la posición normal cuando se realiza esta función y gracias a la acción de un resorte que posee.
Tambor
Es elaborado en base a hierro colado específicamente en el punto en donde hacen contacto las zapatas con él, y se emplea acero dulce en su centro.
El tambor se puede visualizar desde que una de las ruedas provista de frenos es desmontada.
El tambor llega a ser la parte del freno que gira y la que lleva el calor total que el frenado produce. Este posee un alto nivel de absorción de calor.
Resorte de recuperación
Se encarga de hacer recuperar la posición inicial de la zapata al momento de la presión liberarse encima del pedal de frenos.
En total son tres resortes de recuperación, donde dos están sujetos a los cilindros en la zona superior y el otro se halla justo en el sujetador de frenos.
Zapata
Esta parte del freno de tambor tiene como función parar la rueda por medio de la presión que llega a ejercer en la superficie de fricción del tambor. Esta se halla sujeta en su parte central por unos opresores o pasadores; y por una palanca de apoyo.
Esta parte se une al bombín hidráulico a través de uno de sus extremos, y por su otro extremo se une a un soporte de tipo regulable o fijo.
Las zapatas están conformadas por dos chapas de acero soldadas que tienen una forma de media luna, a la vez están recubiertas por forros de freno en su parte externa, estos a su vez se unen a la zapata a través de remache pegados o embutidos con cola de contacto. Se encargan del frenado de fricción con el tambor.
Frenos de estacionamiento
El freno se ejecuta a través de un pedal o por medio de una palanca manual.
Ciertos frenos hacen uso de un mecanismo de trinquete, en especial los frenos de estacionamiento, los cuales exigen que el conductor presione el pedal más de una vez para que el poder sea aplicado, siendo el mismo un tipo de freno mecánico.
Orificios de centrado
Junto con unos taladros pasantes sirven como acoplamiento de los espárragos de fijación de la rueda.