Una polea se define como una máquina simple o un dispositivo mecánico de tracción que se utiliza para transmitir una fuerza. Está compuesta por una rueda que tiene un canal en su periferia, a través de este pasa una cuerda que gira encima de un eje central.
También se puede decir que la polea es una base de apoyo de una cuerda que se mueve arrollándose sobre ella misma sin dar una vuelta total, en uno de sus extremos se desarrolla la resistencia y en otro extremo se distribuye la potencia. La polea también se utiliza para minimizar la magnitud de la fuerza que se usa para mover un peso.
Hay diversos sistemas múltiples de poleas con los que se quiere conseguir una mayor ventaja mecánica, esto quiere decir que elevan pesos grandes con menor esfuerzo. A pesar de que son muchos, estos sistemas de poleas tienen algo en común y es que se agrupan en grupos de poleas móviles y fijas.
¿CUALES SON SUS PARTES?
Partes de la Polea
Eje
El eje se define como la columna vertebral que tiene un sistema de poleas. Puede tratarse de un eje fijo que se encuentra encima de algo sólido o un eje libre que pueda girar fácilmente.
El eje sirve como punto de pivote para dirigir la fuerza y debe ser redondo y liso para que los engranajes y ruedas puedan rotar de forma suave en la dirección a la que se hace la fuerza de tracción.
Rueda
La rueda en una polea tiene distintas funciones. Una rueda simple con ranuras alrededor de su circunferencia exterior se utiliza para poleas de cables simples, por otro lado, el engranaje con muchos dientes que tiene la posibilidad de girar encima de un eje de sistemas de poleas es complejo.
De cualquier forma, la rueda debe tener la capacidad de girar de forma libre y sin complicaciones para que la fuerza aumenta con eficacia.
Las ruedas pueden estar alojadas dentro de una carcasa de plástico, madera o metal y también pueden estar expuestas, las que se encuentran en el interior sirven para proteger al eje y a la rueda de los elementos.
Hay ruedas que están hechas de un material sólido con rodamientos de bolas que se encuentran montados en el círculo interior para hacer más fácil el giro sobre el eje.
Correa
La correa puede ser una cadena, cuerda, manguera, goma larga y hasta una tela tejida que se usa en los sistemas de poleas.
Los mecanismos principales de la correa de la polea se usan para transferir la fuerza de tracción de un tirón de corta distancia hacia el objeto directo a un tirón de mayor distancia en un ángulo distinto, produciendo un trabajo más sencillo de realizar.
Las cuerdas y las cadenas fuertes son muy usadas en los sistemas de poleas que funcionan a mano, mientras que las cadenas de alta tensión y las correas especializadas son usadas en máquinas que se impulsan por poleas.
Ganchos
El gancho es la última parte del sistema de una polea y se define como el mecanismo de conexión.
Gracias a los ganchos, las poleas móviles pueden transportarse y las cargas se adjuntan a las poleas que funcionan en contra de la carga, tales como las máquinas y las grúas de poleas.
Los conectores se usan para unir distintas poleas de manera que un solo bucle de la correa pueda crearse, juntando las poleas para formar un bloque de poleas.
Con las conexiones de poleas y con un gancho fuerte, la carga puede transportarse de manera segura y sin preocupación de que las poleas lleguen a romperse.