En materia de mercadotecnia, el producto se define como una opción repetible, elegible y viable que la oferta propone a disposición de la demanda con el objetivo de satisfacer un deseo o una necesidad a través de su consumo o de su uso. El producto forma parte de los componentes estructurales de la mezcla de mercadotecnia.
Las partes o elementos del producto son la serie de propiedades que lo caracterizan y lo identifican tales como la marca, el diseño y el precio. Visto desde un punto de vista mercadotécnico, estas propiedades son las que llevan al público a decidir si quieren consumir el artículo o no.
Cuando un producto se lanza al mercado, las empresas están muy pendientes a los elementos que lo componen. Normalmente se hacen estudios de mercado que intentan realizar una de dos cosas: la suposición de lo que al público le gusta y hacer una replicación de esto, o crear algo nuevo que entienden puede gustarle.
¿CUALES SON SUS PARTES?
Elementos que componen al Producto
Hay detalles que pueden aparentar ser insignificantes o no ser percibidos de forma consciente por el consumidor, sin embargo estos se preparan de manera minuciosa por quienes lanzan productos con la finalidad de venderlos.
Las etiquetas, los colores y hasta la forma de algún producto puede producir que las personas se desencanten por obtenerlo.
Precio
El precio suele ser la razón de mayor peso por la cual se adquiere o no un producto. Para que un modelo de ventas tenga éxito, se necesita un equilibrio correcto entre las características del artículo y su precio.
Es sumamente importante colocar un precio equilibrado para que todo el procedimiento de elaboración y la venta posterior tenga rentabilidad. Se puede manejar esta variable ofreciendo algunas cualidades extras al producto como calidad, ofertas y garantía que se destaquen entre la competencia.
Diseño
El diseño agrupa diferentes características de un producto, las más notables son las de tipo visual. A pesar de esto, cualquier factor como la seguridad, la eficacia o la forma en la que ha sido empaquetado o envasado el producto puede influir y afectar en como los consumidores lo perciben.
En la mayoría de las ocasiones soluciones elegantes o simples producen mayor número de ventas. Un ejemplo son las botellas de agua que tienen tapas que no necesitan ser desenroscadas o las latas que pueden destaparse sin necesidad de ningún otro utensilio debido a que ya tienen un gancho que hace esa función.
Marca
El nombre o título de algún producto es la manera en la cual este será identificado, puede tener un papel importante en su índice de popularidad. Por esta razón se utilizan nombres fáciles de pronunciar, atractivos o que traigan a la mente palabras agradables.
Una técnica muy empleada en la publicidad es la deformación. Esta consiste en hacer un nombre que realmente no tiene ningún significado, sin embargo posee un atractivo comercial y se relaciona fonéticamente a una área de venta.
Reputación
La calidad requiere el respaldo de una reputación correcta. Son usuales las situaciones en las que un producto que tiene buena calidad, no posee popularidad porque no se conoce y por esta razón no encuentra confianza en los compradores.
Mientras que en un caso contrario, cuando un producto tiene buena reputación se produce un efecto de bola de nieve en el cual el público sigue prefiriendo este artículo sobre otro, debido a que están acostumbrados al mismo.
Envase
De forma conjunta al diseño del producto, el envase es la presentación visual y la calificación de su efectividad o su atractivo. Envases de mayor eficiencia o más ergonómicos suelen ser los más populares y los que atraen a mayor número de clientes.