El azufre es uno de los elementos químicos más conocidos en la tabla periódica. Su número atómico es 16 y el símbolo es S, está incluido en el grupo de los no metales. Sus características destacables son su olor desagradable y su tonalidad amarilla pálida anaranjada. Tiene fácil combinación con otros elementos, creando compuestos como trióxidos y dióxidos.
En estado natural, es hallado en zonas volcánicas a manera de sulfatos, sulfosales y sulfuros. Sus aplicaciones son nutricionales, médicas e industriales.
¿CUALES SON SUS PARTES?
Características del Azufre
Propiedades Físicas
Su masa atómica es igual a 32,064. El azufre es un elemento activo. Tiene existencia en estados de oxidación negativos y positivos. Es multivalente al formar mezclas iónicas. Las propiedades físicas específicas del azufre son:
- Color: tonalidad intensamente amarilla, con algunos tintes anaranjados y marrones sin brillo. Toma un color azul cuando es fundido.
- Estado: tiene 3 formas alotrópicas; las cuales son gaseosa, sólida y líquida.
- Solubilidad: no es soluble en agua, pero tiene fácil disolución en disulfuro de carbono y en benceno.
- Olor y sabor: su olor es bastante desagradable y sofocante. Sin embargo, tiene un sabor dulce.
- Toxicidad: en pocas concentraciones es baja, pero al elevarse es bastante irritante.
- Tenacidad: es escasa. El azufre es un elemento frágil, tiene una rápida pulverización.
- Estructura: toma la apariencia de moléculas cristalinas estilo red, ortorrómbicas o anillos entrelazados.
Utilidad
- Tiene aplicaciones en el ambiente médico e industrial.
- Con el ácido sulfúrico es posible realizar la producción de vulcanizado de cauchos, pólvora y baterías. También el sulfito permite la fabricación de blanqueadores de papel, jabón de azufre y fósforos.
- Cuando el elemento se encuentra en forma de tiosulfato, es utilizado en la manufactura fotográfica a manera de fijador para la disolución del bromuro de plata.
- De igual manera, el anhídrido sulfuroso es utilizado ampliamente como antiséptico para tratar alergias cutáneas y el acné. De hecho, es aplicado a manera de ingrediente activo en los fertilizantes y en los fungicidas.
Función en el cuerpo humano
El azufre en el organismo promueve la producción de colágeno. Esta proteína es necesaria y fundamental para los tendones, la piel, los ligamentos y los huesos. También es beneficiosa para la coagulación de los torrentes sanguíneos. Favorece la función hepática y proporciona fortaleza a los tejidos.
El azufre tiene a su cargo el transporte de oxígeno hacia el cerebro, interviene en la transformación de los carbohidratos a energía y en el correcto funcionamiento de la insulina.
De igual manera, el azufre es un principio activo que integra a la vitamina D, esta es beneficiosa para la tranquilidad mental. Colabora también en la creación de tejidos nuevos en el cuerpo humano, gracias a su actividad en los aminoácidos.
Ciclo del azufre
- Es absorbido por el suelo y viaja al agua y al aire.
- Se transporta desde los vegetales hacia los animales en la digestión.
- Se encuentra en estado gaseoso en la atmósfera, a causa de la descomposición de materia orgánica, tales como el dióxido de azufre y el sulfuro de hidrógeno.
- Vuelve al agua y al suelo mediante la lluvia ácida, las degradaciones, la penetración de los gases en la atmósfera o por el trióxido de azufre.
Precauciones
El dióxido de azufre, el sulfuro de hidrógeno, llamado también ácido sulfhídrico y el disulfuro de carbono deben ser manejados cautamente.
El ácido sulfhídrico y los mercaptanos son bastante tóxicos, pueden generar la muerte en el ser humano en concentraciones ambientales bastante reducidas. Un ejemplo de uso es el ácido cianhídrico, que pertenece al mismo orden, se utilizó en Estados Unidos con ejecuciones en la cámara de gas en cantidades Inferiores a las del monóxido de carbono.
Aunque su olor es bastante nauseabundo y puede servir como aviso, aún en concentraciones bastante inferiores a las que producirían la muerte, se debe de tener presente que al incrementar su concentración, el sentido del olfato se narcotiza o se satura de forma rápida, por lo que el olor desaparece y las potenciales víctimas a la exposición pueden no enterarse de su presencia en el aire hasta que empiezan a experimentar la manifestación de sus efectos, los cuales pueden ser posiblemente letales.
Similar a lo que ocurre con las sales del ácido sulfhídrico, las sales del ácido cianhídrico, los sulfuros y los cianuros, estos deben ser manejados con bastante cuidado y evitando a toda costa que entren en contacto con disoluciones ácidas o ácidos, porque esto provocaría la emanación del muy tóxico y temido ácido sulfhídrico.
El dióxido de azufre tiene una reacción como el agua atmosférica que genera la lluvia ácida. Produce irritaciones en los ojos y en las mucosidades. Cuando es inhalado, desencadena tos. Los vapores del ácido sulfúrico pueden desencadenar hemorragias pulmonares al llenar de sangre los pulmones y asfixiar a la persona.