El texto argumentativo o la argumentación estructura su contenido de manera más o menos fija, ya que la finalidad de estos textos es probar o demostrar la tesis propia (o bien, refutar una ajena) o persuadir (o disuadir) al receptor acerca de determinadas ideas, comportamientos o hechos.
Es sumamente importante que se empleen buenas fuentes para que los argumentos resulten fuertes y convincentes.
¿CUALES SON SUS PARTES?
¿Cuales son las partes de la argumentación?
La introducción
Suele partir de una breve exposición donde se busca captar la atención del destinatario y lograr que tenga una actitud favorable a nuestros fines. Es seguida por la tesis, que es la idea (o conjunto de ideas), en torno a la cual vamos a reflexionar y construir los argumentos.
El desarrollo
Son los elementos que conforman el cuerpo argumentativo y que se denominan pruebas, inferencias o argumentos. Son los encargados de apoyar o refutar la tesis. El desarrollo puede darse con una estructura monologada o dialogada, según la situación comunicativa.
- Estructura monologada: Es una sola voz la que organiza el contenido total del texto.
- Estructura dialogada: El planteamiento, la refutación (o justificación) y la conclusión se desarrollan a lo largo de réplicas sucesivas, como si fuera un debate. Además estos componentes pueden organizarse según dos modos básicos de razonamientos:
- La deducción: De estructura analítica que inicia con la tesis y acaba en la conclusión.
- La inducción: De estructura sintética, en la cual la tesis va después de los argumentos.
Por su parte, los argumentos pueden ser:
- Racionales: Basados en ideas y verdades aceptadas por la sociedad.
- De hecho: Basados en pruebas comprobables.
- De ejemplificación: Basados en ejemplos concretos.
- De autoridad: Basados en la opinión de un experto o alguien con prestigio.
- Que apelan a los sentimientos: Buscan halagar, conmover o despertar el odio en el lector.
La conclusión
Es la parte final donde se resumen la tesis y los principales argumentos. Para lograr sus objetivos, la argumentación cuenta con algunos procedimientos discursivos:
- La definición: Explica conceptos o demuestra conocimientos por parte del argumentador.
- La comparación: Utiliza dos conceptos para hacerlo todo más comprensible.
- Las citas: De otros textos reconocidos para avalar nuestros dichos con los de un experto.
- La enumeración acumulativa: Intensifica los argumentos al ponerlos en serie.
- La ejemplificación: Aporta ejemplos concretos a modo de prueba.
- La interrogación: Que provoca al receptor o pone en duda lo dicho en un argumento.
Por otro lado, existen procedimientos lingüísticos que son apropiados para la argumentación:
- El párrafo es la estructura básica y debe utilizarse para distribuir los diferentes pasos que contiene la argumentación escrita: planteamiento, análisis o argumentos y conclusión.
- Existen 3 elementos de cohesión textual que interrelacionan estos contenidos: la repetición léxica y la conceptual en torno al tema y los marcadores discursivos, que sirven para el seguimiento del análisis y avisan cuando se acerca una conclusión.
En caso de que el texto pertenezca al ámbito científico (como el jurídico), suelen ser de léxico específico y tecnicismos. Si, en cambio, el tema es más general o de enfoque subjetivo, el léxico que se utiliza es estándar.
